La Isla
Partir
Hacia una isla lejana, vías de sal
Sobre una espalda donde el sol juega a esconder
Las migas, el rocío
Las plumas de las aves y la escarcha.
Reflejos de un atardecer infinito.
Tu mirada que no sufre, que vuelve
En la ruptura de la física y la emoción.
Son las olas que se llevan las rocas
Es el sonido del aire, la indomable marea
Que embate las orillas y parece tirar de mis ojos
A ese reino marino donde duermen los continentes.
Fundirme en el soplido del viento
Despegar entre espirales azules
De vorágines e impulsos sensoriales,
Recibir con las alas abiertas tu solución
Con los ojos nuevos la imagen,
Los picos que yacieron en el país del olvido,
Ser carne para tus garras de luz.
Otra vez, detenido en una isla, me pierdo
En esos nostálgicos pensamientos.
Piero Ramos Rasmussen